Organizado por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito I y promovido por el Colegio de Agrimensores de la Ciudad de La Plata, se realizó la convocatoria del Concurso Provincial de Anteproyectos para un nuevo edificio sede del Colegio de Agrimensores de la ciudad de La Plata. Buscando transformar los espacios de trabajo del Consejo Profesional de Agrimensura de la Provincia de Buenos Aires – Distrito V, se planteó repensar y proyectar nuevos espacios que potencien el intercambio entre las múltiples actividades, abriendo el Colegio tanto a los profesionales de la disciplina como a la comunidad.
El Distrito V comprende los partidos de Berisso, Brandsen, Chascomús, Ensenada, Gral. Belgrano, Gral. Paz, La Plata, Lezama, Magdalena y Punta Indio dentro de la provincia de Buenos Aires. Aspirando a fortalecer el rol social de la agrimensura, se busca lograr más presencia de la profesión en la sociedad dando lugar a su participación en el desarrollo de las comunidades y la equidad ciudadana, entre otras misiones. A través de una arquitectura adaptable a los tiempos de hoy que contemple los cambios sociales, culturales y demás, el nuevo edificio deberá albergar las actividades actuales, considerando un futuro posible crecimiento, junto a programas sociales como un SUM / Auditorio y espacios de encuentro que permitan enriquecer la vida de la institución, los profesionales y la comunidad.
Contando con la asesoría de Constanza Saldias (CAPBAUNO), el jurado integrado por Eduardo Crivos en representación de los participantes; Horacio Morano y Ana Güimil por CAPBAUNO; Diego Morrone por el Colegio de Agrimensores y Rodolfo Frolik por FADEA decidió otorgar tres premios y una serie de menciones honoríficas. Conoce los proyectos ganadores a continuación.
Primer Premio
- Autores: OP arqs (Marcela Orcaje y Gonzalo Pérez)
- Asociado: Fernando Urquiola
- Equipo: Florencia Santillan
- Asesor Estructural: Gustavo Delledone
Memoria enviada por los autores. Creemos que la esencia del tema involucra considerar la vigencia del volumen y sus espacios, concepto que está ligado estrechamente a la idea de síntesis formal. Síntesis que se expresa en la propuesta donde la simplicidad de los volúmenes presenta un prisma que se va horadando a medida que se desarrolla, y donde la estrategia modular y geométrica define la composición del proyecto. El conjunto se organiza a partir de una clara estrategia de corte, donde el sistema de movimientos dinámicos es el protagonista principal. Consolida un plano inclinado conformado por gradas que genera el vínculo entre lo público y las áreas sociales del conjunto. El atrio de cubierta traslúcida define el corazón del edificio y es punto de referencia en la organización espacial.
Se propone el trabajo del vacío a partir de pensarlo como par inescindible con el cuerpo cerrado de la arquitectura. Opera en el proyecto como estructurante de la complejidad morfológica y conforma el cuerpo abierto de la disciplina. Se transforma en protagonista directo de la propuesta espacial urbana y arquitectónica. Se abre en terrazas en altura, se corre, aparece y se desarma. Va hacia el frente, y retrocede. Consigue poner en relación las áreas de trabajo y los sectores de ocio en forma dinámica.
La estrategia organizativa define la estratificación funcional. Un primer nivel de planta baja en relación con la ciudad y la diferenciación de los accesos. Propone una primera instancia de accesos diferenciados, el vínculo con las áreas públicas, y un sector de funcionamiento cotidiano del Colegio con atención a los matriculados. El núcleo al frente permite que el edificio funcione tanto dentro de los tiempos institucionales como de forma independiente. Admite la posibilidad de actividades y eventos de media escala en cualquier momento sin interferir con las actividades cotidianas.
El segundo nivel contiene los sectores de usos de mayor concurrencia a través del área de SUM, cafetería y terraza, y define la transición entre el espacio público y semipúblico. El tercer nivel plantea las áreas privadas (oficinas de directivos) y la Sala Principal (asambleas y reuniones), donde la terraza es el lugar de expansión principal.
La terraza final se propone como una cubierta jardín y de usos al aire libre como remate del edificio. Se consolida como el cierre de la propuesta y expresión de las estrategias sustentables (cubierta verde, paneles fotovoltaicos, recuperación de aguas de lluvia). El proyecto define la posibilidad de incorporar un crecimiento en relación al aprovechamiento del potencial de sus indicadores urbanísticos. La flexibilidad de planta y la posición del núcleo habilita la instancia de conformar nuevos pisos que podrían funcionar como oficinas de renta y/o coworking.
Segundo Premio
- Autores: Valentin Ayala, Luciano Ariel Del Valle, Rodrigo Ballina Benites, Agustina Ronconi
Tercer Premio
- Equipo de proyecto: Leandro Sbarra, Jaquelina Ferlan, Mauro Sbarra, Augusto Coronel
- Colaboradores: Franco Alí, Julian Ciancio
Memoria enviada por los autores. El Colegio de Agrimensores, nace por ley en los años ochenta, post vuelta a la vida democrática. Cuando pensamos en ese tiempo histórico que abrió las puertas de las universidades, garantizando el derecho a estudiar, encontramos una íntima relación, en la necesidad hoy de contar con espacios para una matrícula que creció ininterrumpidamente, durante casi cuarenta años. El colegio será entonces la casa que aloja a los egresados universitarios y que los acompaña durante todo su trayecto profesional. Se provoca aquí un encuentro intergeneracional, un encuentro de experiencias diversas, un encuentro que garantiza la reflexión y el crecimiento disciplinar.
El edificio se inserta en una ciudad donde “lo público”, como la vida universitaria y el ser sede de los poderes del estado provincial como ciudad capital, tiene alto impacto en su vida urbana, con lo cual, el concepto de lo público debe tomarse e interpretarse, desde este programa institucional, entendiendo que hay valores y visiones comunes en el habitante de la ciudad.
Los espacios públicos, no son necesariamente abiertos. Un espacio es privado o público por el tipo de sociabilidad que promueve. Desde este concepto de lo público, el edificio propone alojar una pequeña plaza de acceso, como continuación de la vereda, definir una planta baja cómo recibidor o vestíbulo urbano y ganar el corazón de la manzana y el cielo del fondo; también desde allí, el ganar la calle, como una forma de percibir la ciudad y tener presencia de ella, que se repetirá en todo el sistema espacial del edificio.
El plano del piso genera una plaza de acceso, que deja en el nivel 0 el ingreso de los autos y se levanta sobre un zócalo al +0.75 accediendo por la rampa, generando en este nuevo nivel un único ingreso común, dejando solo las actividades públicas del colegio, mesa de entrada y contaduría. Saca de la pisada del edificio el lugar para los autos, agregando un árbol mediano al área de estacionamiento sumándose a los dos ya existentes. La propuesta es austera y ajustada.
Concebir el programa de una manera flexible, no es solo crear espacios que admitan diferentes usos o variaciones en el tiempo, sino comprenderlos desde una mirada sustentable del programa, que genere un edificio que con una ocupación máxima de FOS, garantice un buen habitar, y que se resuelva en tres niveles. El nuevo edificio del C.A. tiene dos aspectos a contemplar. Por un lado, el desarrollo de un edificio que albergue las actividades netamente sociales, vinculadas al encuentro, capacitación, recreación e intercambio. Y por otro, el programa de oficinas, con una nueva interpretación del espacio de trabajo, generando espacios flexibles, expansiones, terrazas, lugares de descanso, en pos de enriquecer e incrementar las relaciones interpersonales y los resultados laborales.
Menciones Honoríficas
Autor: Leonardo Boccardo
Colaboradores: Facundo Carrasco, Joaquin Coll, Juan Chaar
Autores: Gabriel Oscar De Leon, Carlos Alejandro Jones
Colaboradores: Lucía Garnica, Jonatan Coniglio, Martín Gonzalez, Valentina Tentti, Lucía Balmaceda, Ángela Jiménez, Guadalupe Cuevas
